INGLATERRA: PRIMERA CONSTITUCIÓN, LA CARTA MAGNA DE 1215
La Carta Magna (en latín, Magna charta libertatum: 'Carta magna de las libertades') fue un documento aceptado por el rey Juan I de Inglaterra, más tarde conocido como Juan sin Tierra (originalmente Sans-Terre en francés, Lackland en inglés) ante el acoso de los problemas sociales y las graves dificultades en la política exterior. Fue elaborada después de tensas y complicadas reuniones en Runnymede. Después de muchas luchas y discusiones entre los nobles de la época, la Carta Magna fue finalmente sancionada por el rey Juan I en Londres el 15 de junio de 1215. Los nobles normandos oprimían a los anglosajones y estos se rebelaron en contra de los primeros.
Los 62 artículos de los que consta la Carta Magna aseguran los derechos feudales a la aristocracia frente al poder del rey.
La Carta Magna que se comprometía a respetar los fueros e inmunidades de la nobleza y a no disponer la muerte ni la prisión de los nobles ni la confiscación de sus bienes, mientras aquellos no fuesen juzgados por sus iguales.
De esta Constitución se puede apreciar que nacieron muchas normas de Derecho Civil, Comercio y Penal que hay en la actualidad a nivel mundial entre ellas:
La libertad personal, el principio de legalidad “nadie podrá ser arrestado, aprisionado….sino en virtud de un juicio de sus pares, la Justicia eficaz, nadie podrá ser acusado sin pruebas, entre otras.
Texto:CARTA MAGNA de 15 de junio de 1215.
JUAN, por la gracia de
Dios rey de Inglaterra, señor (Lord) de Irlanda, Duque de Normandia y
Aquitania y conde de Anjou, a sus arzobispos, obispos, abades, condes, barones,
jueces, gobernadores forestales (foresters), corregidores (sheriffs),
mayordomos (stewards) y a todos sus bailios y vasallos, Salud.
TODOS QUE ANTE DIOS, para
bien de nuestra alma y de la de nuestros antepasados y herederos, en loor a
Dios y para mayor gloria de la Santa iglesia, y la mejor ordenación de nuestro
Reino, por consejo de nuestros reverendos padres Esteban, arzobispo de
Canterbury, primado de toda Inglaterra y cardenal de la Santa iglesia Romana:
Enrique, arzobispo de Dublín; Guillermo, obispo de Londres; Pedro, obispo de
Winchester; Jocelino, obispo de Bath y Glastonbury; Hugo, obispo de Lincoln;
Walter, obispo de Coventry: Benedicto, obispo de Rochester: Maestro Pandolfo,
subdiacono y miembro de la casa papal Hermano Aimerico, maestre de los
caballeros templarios en Inglaterra Guillermo Marshall, conde Pembroke
Guillermo, conde Salisbury: Guillermo, conde de Warren Guillermo, conde
Arundel; Alan de Galloway, condestable de Escocia; Warin Fitz Gerald, Pedro
Fitz Herbert, Huberto de Burgh, senescal del Poitou, Hugo de Neville, Mateo
Fitz Herbert, Tomas Basset, Alan Basset, Felipe Daubeny, Roberto de Roppeley,
Juan Marshall, Juan Fitz Hugh y otros leales vasallos:
I) PRIMERO, QUE HEMOS OTORGADO EN EL NOMBRE DE DIOS (That
we have granted to God), y por la presente Carta hemos
confirmado para Nos y nuestros herederos a perpetuidad que la Iglesia inglesa
sea libre, conserve todos sus derechos y no vea menoscabadas sus libertades.
Que así queremos que sea observado resulta del hecho de que por nuestra libre
voluntad, antes de surgir la actual disputa entre Nos y Nuestros barones,
concedimos y confirmamos por carta la libertad de las elecciones
eclesiasticas--un derecho que se reputa como el de mayor necesidad e
importancia para la Iglesia--y la hicimos confirmar por el Papa Inocencio III.
Esta libertad es la que Nos mismo observaremos y la que deseamos sea observada
de buena fe (in good faith) por nuestros herederos
para siempre jamas (in perpetuity).
A TODOS LOS HOMBRES LIBRES
DE NUESTRO REINO (To all free men of our Kingdom) hemos
otorgado asimismo, para Nos y para nuestros herederos a titulo perpetuo, todas
las libertades que a continuacion se enuncian, para que las tengan y posean de
Nos y de nuestros herederos para ellos y los suyos:
2) Si fallece algun conde, barón u otra persona que
posea tierras directamente de la Corona, con destino al servicio militar, y a
su muerte el heredero fuese mayor de edad y debiera un "censo"(o
"relief '), dicho heredero entrará en posesión de la herencia
al pagar la antigua tarifa del "censo", es decir, el o los herederos
de un conde pagaran 100 (cien) libras por toda la baronía del conde, los
herederos de un caballero (knight) 100 (cien) chelines (shillings)
como máximo por todo el "feudo" ("fee") del
caballero, y cualquier hombre que deba menor cantidad pagará menos, con arreglo
a la usanza antigua de los "feudos".
3) Pero si el heredero de esa persona fuese menor
de edad y estuviese bajo tutela, cuando alcance la mayoría de edad entrará en
posesión de su herencia sin tener que pagar "censo" o derecho (fine)
real.
4) Quien tenga a su cargo la tierra de un heredero
menor de edad sólo sacará de ella frutos, las rentas usuales y servicios
personales (feudal services), debiéndolo hacer sin destrucción ni daño
alguno a los hombres ni a los bienes. En caso de que hayamos confiado la
custodia de la tierra a un corregidor o a cualquier persona responsable ante
Nos por el producto de aquella, y perpetrase una destrucción o daños, le
exigiremos compensación y la tierra será encomendada a dos hombres dignos y
prudentes del mismo feudo" (of the same "fee"), que
responderán ante Nos del producto o ante la persoria que les asignemos. En caso
de que hayamos conferido o vendido a alguien la custodia de esa tierra y de que
esa persona cause destrucción o daños, perderá la custodia y el terreno será
entregado a dos hombres dignos y prudentes (two worthy and ident men)
del mismo "feudo", que serán responsables de modo semejante ante Nos.
5) Mientras el tutor tenga la custodia de estas
tierras, mantendrá las casas, sotos, cotos de pesca, estanques, molinos y demás
pertenencias con cargo al producto de la propia tierra. Cuando el heredero
llegue a la mayoria de edad, el tutor le hará entrega de todo el predio,
surtido con los arados y aperos (implements of husbandry) que la
estación requiera y acrecido en el producto que la tierra buenamente sea capaz
de dar.
6) Los herederos podrán ser dados en matrimonio,
pero no a alguien de inferior rango social. Antes de que se celebre el
casamiento, se avisará a los parientes mas proximos (next-of-kin) del
heredero.
7) A la muerte del marido toda viuda podrá entrar
en posesión de su dote y de su cuota hereditaria inmediatamente y sin impedimento
alguno. No tendrá que pagar nada por su dote, por presentes matrimoniales o por
cualquier herencia que su marido y ella poseyesen conjuntamente el día de la
muerte de aquél, y podrá permanecer en la casa de su marido cuarenta días tras
la muerte de este, asignándosele durante este plazo su dote.
8) Ninguna viuda será obligada a casarse mientras
desee permanecer sin marido. Pero deberá dar seguridades de que no contraerá
matrimonio sin el consentimiento regio, si posee sus tierras con cargo a la
Corona, o sin el consentimiento del señor a quien se las deba.
9) Ni Nos ni nuestros bailíos ocuparemos tierras ni
rentas de la tierra en pago de deuda alguna, mientras el deudor tenga bienes
muebles (movable goods) suficientes para satisfacer el débito. Los fiadores
del deudor no serán apremiados mientras el deudor mismo pueda pagar la deuda.
Si por falta de medios el deudor fuese incapaz de satisfacerla, saldrán
responsables sus fiadores, quienes, si lo desean, podrán incautarse de las
tierras y rentas del deudor hasta que obtengan el reembolso del débito que le
hayan pagado, a menos que el deudor pueda probar que ha cumplido sus
obligaciones frente a ellos.
10) Si alguien que haya tomado prestada una suma de
dinero a judios, muriese antes de haberse pagado la deuda, su heredero no
pagará interés alguno sobre ésta mientras sea menor de edad, sea quien fuere la
persona a la que deba la posesión de sus tierras. Si la deuda viniese a parar a
manos de la Corona, ésta no recabará más que la suma principal indicada en el
título (bond).
11) Si un hombre muere debiendo dinero a judios, su
mujer podrá entrar en posesion de la dote y no estará obligada a pagar cantidad
alguna de la deuda con cargo a aquella. Si deja hijos menores de edad, se podrá
proveer a su sustento en una medida adecuada al tamaño de la tierra poseida por
el difunto. La deuda deberá ser satisfecha con cargo al remanente, despues de
ser reservado el tributo debido a los señores del feudo Del mismo modo se
tratarán las deudas que se deban a los no judios.
12) No se podrá exigir "fonsadera"
("scutage") ni "auxilio" ("aid") en
nuestro Reino sin el consentimiento general, a menos que fuere para el rescate
de nuestra persona, para armar caballero a nuestro hijo primogénito y para
casar (una sola vez) a nuestra hija mayor. Con este fin solo se podrá
establecer un "auxilio" razonable y la misma regla se seguirá con las
"ayudas" de la ciudad de Londres.
13) La ciudad de Londres gozará de todas sus
libertades antiguas y franquicias tanto por tierra como por mar. Asimismo,
queremos y otorgamos que las demás ciudades, burgos, poblaciones y puertos
gocen de todas sus libertades y franquicias (free customs).
14) Para obtener el consentimiento general al
establecimiento de un "auxilio" --salvo en los tres casos arriba indicados--o
de una "fonsadera" haremos convocar individualmente y por carta a los
arzobispos, obispos, abades, duques y barones principales. A quienes posean
tierras directamente de Nos haremos dirigir una convocatoria general, a traves
de los corregidores y otros agentes, para que se reunan un día determinado (que
se anunciará con cuarenta días, por lo menos, de antelación) y en un lugar
señalado. Se hará constar la causa de la convocatoria en todas las cartas de
convocación. Cuando se haya enviado una convocatoria, el negocio señalado para
el día de la misma se tratará con arreglo a lo que acuerden los presentes, aun
cuando no hayan comparecido todos los que hubieren sido convocados.
15) En lo sucesivo no permitiremos que nadie exija
"ayuda" a alguno de sus vasallos libres (free men) salvo para
rescatar su propia persona, para armar caballero a su hijo primogénito y para
casar (una vez) a su hija mayor. Con estos fines únicamente se podrá imponer
una "ayuda" razonable.
16) Nadie vendrá obligado a prestar mas servicios
para el "feudo" de un caballero (for a knight's "fee")
o cualquier otra tierra que posea libremente, que lo que deba por este
concepto.
17) Los litigios ordinarios ante los Tribunales no
seguirán por doquier a la corte real, sino que se celebrarán en un lugar
determinado.
18) Sólo podrán efectuarse en el tribunal de
condado respectivo las actuaciones sobre "desposesión reciente" (novel disseisin),
"muerte de antepasado" (mort d'ancestor) y "última
declaración" (darrein presentment). Nos mismo, o, en nuestra
ausencia en el extranjero, nuestro Justicia Mayor (Chief justice),
enviaremos dos jueces a cada condado cuatro veces al año, y dichos jueces, con
cuatro caballeros del condado elegidos por el condado mismo, celebrarán los
juicios en el tribunal del condado, el día y en el lugar en que se reúna el
tribunal.
19) Si no pudiese celebrarse audiencia sobre algún
caso en la fecha del tribunal de condado, se quedarán allí tantos caballeros y
propietarios (freeholders) de los que hayan asistido al tribunal, como
sea suficiente para administrar justicia, atendida la cantidad de asuntos que
se hayan de ventilar.
20) Por simple falta un hombre libre será multado
únicamente en proporción a la gravedad de la infracción y de modo proporcionado
por infracciones mas graves, pero no de modo tan gravoso que se le prive de su
medio de subsistencia (livelihood) Del mismo modo, no se le confiscará
al mercader su mercancia ni al labrador los aperos de labranza, en caso de que
queden a merced de un tribunal real. Ninguna de estas multas podrá ser impuesta
sin la estimación de hombres buenos de la vecindad.
21) Los duques y barones serán multados
únicamente por sus pares y en proporción a la gravedad del delito.
22) Toda multa impuesta sobre bienes
temporales (lay property) de un clerigo ordenado
se calculará con arreglo a los mismos principios, excluido el valor del
beneficio eclesiástico.
23) Ninguna ciudad ni persona será obligada a
construir puentes sobre rios, excepto las que tengan de antiguo la obligacion
de hacerlo.
24) Ningun corregidor (sheriff), capitán (constable)
o alguacil (coroner) o bailío podrá celebrar juicios que competan a los
jueces reales.
25) Todos los condados, partidos, subcondados y
aldeas conservarán su renta antigua, sin incremento alguno, excepto las fincas
del patrimonio real (the royal demesne manors)
26) Si a la muerte de un hombre que posea un
"feudo" de realengo (a lay "fee" of the Crown), un
corregidor o bailío presentase cartas patentes de cobro de deudas a la Corona,
será lícita la ocupación e inventario por aquel de los bienes muebles que se
encuentren en el feudo de realengo del difunto, hasta el importe de la deuda,
segun estimación hecha por hombres-buenos. No se podrá retirar bien alguno
mientras no se haya pagado la totalidad de la deuda y entregado el remanente a
los albaceas (executors) para que cumplan la voluntad del difunto. Si no
se debiese suma alguna a la Corona, todos los bienes muebles se considerarán
como propiedad del finado, excepto las partes razonables de su esposa y sus
hijos.
27) Si un hombre libre muere sin haber hecho
testamento (If a free man dies intestate), sus bienes
muebles serán distribuidos a sus parientes mas próximos y a sus amigos, bajo la
supervisión de la Iglesia, si bien serán salvaguardados los derechos de sus
deudores (debtors).
28) Ningun capitán ni bailío nuestro tomará
grano u otros bienes muebles de persona alguna sin pagarlos en el acto, a menos
que el vendedor ofrezca espontaneamente el aplazamiento del cobro.
29) Ningun capitán podrá obligar a un caballero a
pagar suma alguna de dinero por la guardia de castillos (castle-guard)
si el caballero está dispuesto a hacer la guardia en persona o, dando excusa
justificada, a prestar hombres aptos para que la hagan en su lugar. Todo
caballero requerido o enviado a un servicio de armas estará exento de la
guardia de castillos durante el período del servicio.
30) Ningún corregidor, bailío u otra persona
podrá tomar de un hombre libre caballos o carros para el transporte sin el
consentimiento de aquél.
31) Ni Nos ni nuestros bailíos llevaremos leña para
nuestro castillo o para otra finalidad sin el consentimiento del dueño.
32) No retendremos en nuestras manos las
tierras de personas condenadas por traición (convicted o felony) mas de
un año y un día, despues de lo cual serán devueltas a los señores del
"feudo" respectivo.
33) Se quitarán todas las empalizadas de pesca del
Támesis, del Medway y de toda Inglaterra, excepto las construidas a orillas del
mar.
34) No se expedirá en lo sucesivo a nadie el
requerimiento llamado "precipe" respecto a la posesión de
tierras, cuando la expedición del mismo implique la privación para algún hombre
libre del derecho a ser juzgado por el tribunal de su propio señor.
35) Habrá patrones de medida para el vino, la
cerveza y el grano (el cuarto londinense) en todo el Reino, y habrá tambien un
patrón para la anchura de las telas teñidas, el pardillo (the russet) y
la cota de malla (haberject), concretamente dos varas (two ells)
entre las orlas. Del mismo modo habrán de uniformarse los pesos.
36) En lo sucesivo no se pagará ni se
aceptará nada por la expedición de un auto de investigación de vida y bienes (writ
of inquisition of life and limbs), el cual se otorgará gratis y
no podrá ser denegado.
37) Si un hombre posee tierras de realengo (lands
of the Crown) a título de "feudo en renta perpetua"
(by "fee-fanm"), de "servicios" ("socage")
o de "renta anual" ("burgage") y posee asimismo
tierras de otra persona en concepto de servicio de caballería, no asumiremos la
tutela de su heredero ni de la tierra que pertenezca al "feudo" de la
otra persona en virtud de la "renta perpetua", de los "servicios"
o de la "renta anual", a menos que el "feudo en renta
perpetua" esté sujeto a servicio de caballería. No asumiremos la tutela
del heredero de un hombre ni la guardia de la tierra que ese hombre poseyera de
manos de otro por el hecho de que detente pequeñas propiedades de la Corona a
cambio de un servicio de caballeros o arqueros o de indole analoga.
38) En lo sucesivo ningún bailío llevará a los
tribunales a un hombre en virtud únicamente de acusaciones suyas, sin presentar
al mismo tiempo a testigos directos dignos de crédito sobre la veracidad de
aquellas.
39) Ningún hombre libre podrá ser detenido o
encarcelado o privado de sus derechos o de sus bienes, ni puesto fuera de la
ley ni desterrado o privado de su rango de cualquier otra forma, ni usaremos de
la fuerza contra él ni enviaremos a otros que lo hagan, sino en virtud de
sentencia judicial de sus pares y con arreglo a la ley del reino.
40) No venderemos, denegaremos ni retrasaremos a
nadie su derecho ni la justicia.
41) Todos los mercaderes podrán entrar en Inglaterra
y salir de ella sin sufrir daño y sin temor, y podrán permanecer en el reino y
viajar dentro de el, por vía terrestre o acuática, para el ejercicio del
comercio, y libres de toda exacción ilegal, con arreglo a los usos antiguos y
legítimos. Sin embargo, no se aplicará lo anterior en época de guerra a los
mercaderes de un territorio que esté en guerra con nosotros. Todos los
mercaderes de ese territorio hallados en nuestro reino al comenzar la guerra
serán detenidos, sin que sufran daño en su persona o en sus bienes, hasta que
Nos o nuestro Justicia Mayor hayamos descubierto como se trata a nuestros
comerciantes en el territorio que esté en guerra con nosotros, y si nuestros
comerciantes no han sufrido perjuicio, tampoco lo sufrirán aquéllos.
42) En lo sucesivo todo hombre podrá dejar
nuestro reino y volver a él sin sufrir daño y sin temor, por tierra o por mar,
si bien manteniendo su vínculo de fidelidad con Nos, excepto en época de
guerra, por un breve lapso y para el bien común del Reino. Quedarán exceptuadas
de esta norma las personas que hayan sido encarceladas o puestas fuera de la
ley con arreglo a la ley del reino, las personas de territorios que estén en
guerra con Nos y los mercaderes--que serán tratados del modo indicado
anteriormente.
43) Si algún hombre poseyera tierras de "reversion"
("escheat"), tales como el "honor" de
Wallington, Nottingham, Boulogne, Lancaster o de otras "reversiones"
en nuestro poder que sean baronías, a la muerte de aquel su heredero nos pagará
únicamente el "derecho de sucesión" (relief) y el servicio que
habría tenido que pagar al barón en el caso de que la baronía se hubiese
hallado en manos de este, y Nos retendremos lo "revertido" del mismo
modo que lo tenia el barón.
44) Las personas que vivan fuera de los bosques
no estarán obligadas en lo sucesivo a comparecer ante los jueces reales
forestales en virtud de requerimientos generales, a menos que se hallen
efectivamente implicadas en actuaciones o sean fiadores de alguien que haya
sido detenido por un delito forestal.
45) No nombraremos jueces, capitanes, corregidores
ni bailíos sino a hombres que conozcan las leyes del Reino y tengan el
propósito de guardarlas cabalmente.
46) Todos los barones que hayan fundado abadías y
que tengan cartas patentes de reyes de Inglaterra o posesión de antiguo en
prueba de ellos podrán ejercer el patronato de aquellas cuando estén vacantes
(when there is no abbot), como en derecho les corresponde.
47) Todos los bosques que se hayan plantado durante
nuestro reinado serán talados sin demora, y lo mismo se hará con las orillas de
los rios que hayan sido cercadas durante nuestro reinado.
48) Todos los malos usos en materia de bosques y
cotos de caza (warren), guardabosques, guardacotos, corregidores y sus
bailíos, o de orillas de rios por guardianes de estas, deberán ser
inmediatamente objeto de investigación en cada condado por doce caballeros
juramentados del propio condado, y antes de cumplirse los cuarenta dias de la
investigación esos malos usos deberán ser abolidos total e irrevocablemente, si
bien Nos, y de no estar Nos en Inglaterra Nuestro Justicia Mayor, deberemos ser
informados primero.
49) Devolveremos inmediatamente todos los rehenes y
cartas que nos han sido entregados por los ingleses como garantía de paz o de
lealtad en el servicio.
50) Separaremos completamente de sus cargos a los
parientes de Gerardo de Athee, quienes no podrán en lo sucesivo ejercer cargos
en Inglaterra. Las personas en cuestión son Engelardo de Cigogne. Pedro Guy y
Andres de Chanceaux, Guy de Ggogne, Godofredo de Martigny y sus hermanos.
Felipe Marc y sus herederos hermanos, con Godofredo su sobrino, y todos sus
seguidores.
51) Tan pronto como se restablezca la paz,
expulsaremos del reino a todos los caballeros y arqueros extranjeros, a sus
servidores y a los mercenarios que hayan entrado con daño para el reino. con
sus caballos y sus armas.
52) A quien hayamos privado o desposeído de
tierras, castillos, libertades o derechos sin legítimo juicio de sus pares se
los devolveremos en el acto. En casos litigiosos el asunto será resuelto por el
juicio de los veinticinco barones a que se refiere mas adelante la claúsula de
garantía de la paz. En el supuesto, sin embargo, de que algún hombre haya sido
privado o desposeído de algo que esté fuera del ambito legítimo de
enjuiciamiento de sus pares por nuestro padre el Rey Enrique o nuestro hermano
Ricardo, y que permanezca en nuestras manos o esté en posesión de terceros por
concesión nuestra, tendremos una moratoria por el período generalmente
concedido a los Cruzados, a menos que estuviese pendiente un litigio judicial o
que se hubiese entablado una indagación por orden nuestra, antes de que
tomaramos la Cruz en calidad de Cruzados. A nuestro regreso de la Cruzada o, si
desistimos de ella, haremos inmediatamente justicia por entero:
53) Tendremos derecho a la misma moratoria en la
administracion de justicia relacionada con los bosques que hayan de ser talados
o permanecer como tales, cuando estos hayan sido originariamente plantados por
nuestro padre Enrique o nuestro hermano Ricardo; con la guardia de tierras que
pertenezcan a "feudo" de un tercero, en el supuesto de que la hayamos
ejercido hasta ahora en virtud de algun "feudo" concedido por Nos a
un tercero a cambio de servicios de caballería, y con las abadías fundadas en
"feudos" de terceros en las cuales el señor del "feudo"
reivindique un derecho propio. En estas materias haremos entera justicia a los
recursos cuando regresemos de la Cruzada o inmediatamente si desistimos de
ella.
54) Nadie será detenido o encarcelado por denuncia
de una mujer por motivo de la muerte de persona alguna, salvo el marido de
aquella.
55) Todas las multas que se nos hayan pagado
injustamente y contra la ley del reino, y todas las multas que hayamos impuesto
sin razón, quedan totalmente remitidas o bien serán resueltas por sentencia
mayoritaria de los veinticinco varones a que se refiere mas adelante la
claúsula de salvaguardia de la paz, así como de Esteban, arzobispo de
Canterbury, si pudiere asistir, y cuantos otros quiera el traer consigo. Si el
arzobispo no puede asistir, continuarán las actuaciones sin él, pero si uno
cualquiera de los veinticinco barones fuere parte en el litigio, no se tendrá
en cuenta su juicio y se elegirá y tomará juramento a otro en su lugar, como
suplente para la materia en cuestion, por el resto de los veinticinco.
56) En caso de que hayamos privado o desposeido a
algún gales de tierras, libertades o cualquier otro bien en Inglaterra o en
Gales, sin legítima sentencia de sus pares, aquellas le serán devueltas sin
demora. Todo litigio en la materia será dirimido en las Marcas (in the
Marches) mediante sentencia de los pares de la parte. Se aplicará la ley
inglesa a las tierras que se posean en Inglaterra, la ley galesa a las que
posean en Gales y la de las Marcas a las que se posean en las Marcas. Los
galeses nos tratarán a Nos y a los nuestros de la misma manera.
57) En caso de que un gales haya sido privado o
desposeído de algo, sin haber mediado legítima sentencia de sus pares,
por nuestro padre el Rey Enrique o nuestro hermano el Rey Ricardo y el
bien en cuestión permanezca en nuestro poder o esté en posesión de terceros por
concesión nuestra, tendremos moratoria por el lapso generalmente reconocido a
los Cruzados, a menos que estuviese ya pendiente algún litigio judicial o se
hubiese entablado una indagación por orden nuestra, antes de tomar Nos la Cruz
como Cruzado, pero a nuestro regreso de la Cruzada o de modo inmediato si
desistimos de ella, haremos plenamente justicia con arreglo a las leyes de
Gales y de dichas regiones.
58) Devolveremos en seguida al hijo de Llyvelyn, a
todos los rehenes galeses y las cartas que se nos hayan entregado en garantía
de la paz.
59) Respecto a la devolución de las hermanas y
rehenes de Alejandro, Rey de Escocia, y de los derechos y libertades de éste,
le trataremos del mismo modo que nuestros demás barones de Inglaterra, a menos
que resulte de las cartas que nos concedió su padre Guillermo, anteriormente
Rey de Escocia, que deba ser tratado de otro modo. Esta materia será dirimida
por el juicio de sus pares en nuestro tribunal.
60) Todas las franquicias y libertades que hemos
otorgado serán observadas en nuestro reino en cuanto se refiera a nuestras
relaciones con nuestros súbditos. Que todos los hombres de nuestro reino, sean
clérigos o legos, las observen de modo semejante en sus relaciones con sus
propios vasallos.
61) POR CUANTO HEMOS OTORGADO TODO LO QUE ANTECEDE ("SINCE
WE HAVE GRANTED ALL THESE THINGS") por Dios, por la mejor
gobernación de nuestro Reino y para aliviar la discordia que ha surgido entre
Nos y nuestros barones, y por cuanto deseamos que esto sea disfrutado en su
integridad, con vigor para siempre, damos y otorgamos a los barones la garantia
siguiente:
Los barones elegirán a
veinticinco entre ellos para que guarden y hagan cumplir con todo el poder que
tengan, la paz y las libertades otorgadas y confirmadas para ellos por la
presente Carta.
Si Nos, nuestro Justicia
Mayor, nuestros agentes o cualquiera de nuestros bailios cometiese algún delito
contra un hombre o violase alguno de los artículos de paz o de la presente
garantía, y se comunicase el delito a cuatro de los citados veinticinco
barones, los informados vendrán ante Nos --o en ausencia nuestra del reino,
ante el Justicia Mayor-- para denunciarlo y solicitar reparación inmediata. Si
Nos, o en nuestra ausencia del Reino el Justicia Mayor, no dieramos reparación
dentro de los cuarenta días siguientes, contados desde aquél en que el delito
haya sido denunciado a Nos o a él. Los cuatro barones darán traslado del caso
al resto de los veinticinco, los cuales podrán usar de apremio contra Nos y
atacarnos de cualquier modo, con el apoyo de toda la comunidad del Reino,
apoderándose de nuestros castillos, tierras, posesiones o cualquier otro bien,
excepto nuestra propia persona y las de la reina y nuestros hijos, hasta que
consigan efectivamente la reparación que hayan decretado. Una vez obtenida
satisfacción, podrán volver a someterse a la normal obediencia a Nos.
Todo hombre que lo desee
podrá prestar juramento de obedecer las órdenes de los veinticinco barones para
la consecución de estos fines y de unirse a ellos para acometernos en toda la
medida de su poder. Damos permiso solemne e irrestricto de prestar dicho
juramento a cualquier hombre que así lo desee y en ningún momento prohibiremos
a nadie que lo preste; mas aún, obligaremos a cualquiera de nuestros súbditos
que no quiera prestarlo a que lo preste por orden nuestra.
Si alguno de los
veinticinco barones muere o abandona el país o se ve impedido por otra razón de
ejercitar sus funciones, los restantes elegirán a otro barón en su lugar, según
su libre arbitrio, y el elegido prestará el mismo juramento que los demás.
En caso de discrepancia
entre los veinticinco barones sobre cualquier asunto que se haya sometido a su
decisión, el juicio de la mayoría presente tendrá la misma validez que un
pronunciamiento unánime de los veinticinco, tanto si éstos estuviesen todos
presentes como si alguno de los convocados estuviera impedido de comparecer o
no hubiera querido hacerlo.
Los veinticinco barones
jurarán obediencia fiel a los artículos anteriores y harán que sean cumplidos
por los demás en la medida del poder que tengan.
No intentaremos conseguir
de nadie, ya por acción nuestra ya por medio de terceros, cosa alguna por la
cual una parte de estas concesiones o libertades pueda quedar revocada o
mermada. Si se consiguiese semejante cosa, se tendrá por nula y sin efecto y no
haremos uso de ella en ningun momento, ni personalmente ni a través de terceros.
62) Hemos condonado y perdonado por completo a
todos cualquier intención torticera, daño y agravio que haya podido surgir
entre Nos y nuestros súbditos, ya sean clérigos o legos, desde el comienzo de
la disputa. Además, hemos remitido totalmente, y por nuestra parte hemos
perdonado también, a cualesquiera clérigos y legos todos los delitos cometidos
como consecuencia de la citada disputa entre la Pascua (Easter) del
decimosexto año de nuestro reinado y la restauración de la paz.
Hemos ordenado asimismo
cursar cartas patentes para los barones en testimonio de la presente garantía y
de las concesiones indicadas anteriormente, con los sellos de Esteban,
arzobispo de Canterbury; Enrique, arzobispo de Dublin, los demás obispos arriba
mencionados y el Maestro Pandolfo.
63) EN CONSECUENCIA ES NUESTRO REAL DESEO Y NUESTRA
REAL ORDEN que la Iglesia de Inglaterra sea libre y que todos los hombres en
nuestro Reino tengan y guarden todas estas libertades, derechos y concesiones
legítima y pacificamente en su totalidad e integridad para si mismos y para sus
herederos, en cualesquiera asuntos y lugares y para siempre.
Tanto Nos como los barones
hemos jurado que todo esto se observará de buena fe y sin engaño alguno, de lo
cual son testigos las personas antedichas y muchas otras.
Dado de nuestro puño y
letra en el prado que se llama Runnymede, entre Windsor y Staines, el dia
decimoquinto del mes de junio del decimoseptimo año de nuestro reinado.
El rey Juan Sin
Tierra imprimió este sello a la Carta Magna, primer texto
constitucional' de Inglaterra, que dotó de ciertos derechos a la nobleza.